viernes, 16 de enero de 2009
Tengo tantos motivos para estar triste como para estar feliz, una misma cosa puede ser tan valida para quererme reir como para quererme morir.
No lo sé a veces creo sentir que mis motivos de alegria son tan estúpidos como mis motivos de tristeza... Quisás estoy viendo las cosas de forma demasiado objetiva.
Cuando se alcanza un punto medio las cosas se vuelven aburridas, descubres que tus problemas son ridiculos y faciles de solucionar, que las alegrias son tan impermanentes como las tristezas y que asimismo, no tener problemas y llevar una vida "perfecta" acaba con la creatividad y hace que las cosas dejen de parecer interezantes.
Somos un pendulo de emociones: vamos de la angustia a la euforia y de la euforia a la angustia en un circulo vicioso, pero cuando logras romper con todo eso y encontrar un punto fijo en donde el pendulo se detenga descubres lo aburrido que es la existencia, descubres de pronto lo masoquista que somos como personas, como inventamos y damos origen a nuestros "dramas" creyendo que con ellos estamos sufriendo cuando en el fondo solo buscamos un motivo para romper con el aburrimiento de la objetividad.
Descubres que habiendo miles de oportunidades para vivir en paz y armonia las desechamos y damos origen al caos, a las riñas, las discuciones y los conflictos... ¿porque? porque en el fondo quisás aquellos que llamamos "felicidad" no lo sea tanto. Tal vez la unica forma existir realmente es mediante el vaivén de la alegria y el sufrimiento; de lo positivo y lo negativo; de lo oscuro y lo iluminado; del caos, el equilibrio y la nada...
3 comentarios:
Me gustó..^^
Un pensamiento propio puede mas que la propia realidad.
Somos el lente que da tono a la objetiva existencia.
yo suelo ser bastante ciclotímica, paso facilmente de odiar todo a amar todo.....
Stephi
me encanto el texto.
Por mi parte, por estos días, el péndulo se ha dentenido en el punto medio que tu dices.
¿objetividad? no creo que sea. Por una parte lo que llamamos "objetivo" tiene mucho de subjetivo.
Saludos. Sigo leyendo
F.-
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